Morón no «hizo pie» en Mendoza y una vez más, se volvió con las manos vacías, de una provincia hermosa para visitar, pero esquiva para jugar al fútbol.
Con el único antecedente de aquél triunfo en 2018, también con Walter Otta como técnico, frente a Independiente Rivadavia, con gol de Nicolás Ramírez, el Gallo no había podido ganar en todos los cotejos precedentes, en la provincia del buen sol y mejor vino, incluido el duelo semifinal por «Copa Argentina», edición 2017, frente a River Plate y en el «Malvinas Argentinas», casualmente con Julio Salvá en el arco del Gallito.
En los pleitos personales con Gimnasia y Esgrima, Morón jamás había podido derrotar al «Lobo» mendocino, con cuatro empates y tres derrotas, que ahora suman cuatro, tras el 0-1 del último domingo.
Repitiendo el once de inicio, que derrotara a Central Norte de Salta, en el Nuevo Francisco Urbano, pero con la vuelta de Jonathan Berón en el banco de los suplentes, tras cumplir la fecha de suspensión, por su expulsión en la primera fecha, frente a Almirante en Isidro Casanova, Morón «regaló» un tiempo, puesto que estuvo prácticamente «ausente» durante los primeros 45 minutos del cotejo ante Gimnasia y Esgrima, algo que aprovecharía el local para sacar la ventaja inicial, que a la postre la daría los tres puntos en juego, con demasiado poco.

Mendoza no le sienta bien al Gallo: apenas pudo ganar un partido, en 2018, también con Walter Otta como técnico, frente a Independiente Rivadavia.
📸: Deportivo Morón.
En una primera mitad donde Morón se mostraría inconexo y errático, con el correr de los minutos, el «Lobo» mendocino sacaría provecho de la «ausencia sin aviso» de su rival, para manejar el trámite del partido y en base a centros cruzados, complicar a una defensa visitante que no se mostraría firme, sin presencia ni quite en el medio y escasa profundidad en ofensiva, a excepción de Yair González, el único «punzante» y presente en la calurosa noche de Mendoza.
Tras la casi convalidación de un «gol», que hubiese resultado escandaloso, luego de un tiro libre desde lejos, que se le «escurre» por debajo del cuerpo a Salvá y con reflejos, logra detener la pelota antes que siquiera se sitúe sobre la línea de gol, el juez asistente, que ya había omitido un off side evidente de un delantero local, correría rumbo al centro del campo para convalidar el gol que nunca fue, ni por confusión, hasta que el árbitro del partido, ante los reclamos enloquecidos de los jugadores y el banco Morón, se tomara su tiempo y decidiera no confirmarlo, en una acción que confirmara las sospechas siempre subyacentes en ese escenario, puesto que si no lo anuló en primera instancia, es porque no lo vio y se apoyó en su lamentable juez asistente, y de haber sido así, no habría razones para anularlo, unos minutos más tarde, a instancias vaya a saber de quién. O lo habría visto y «si pasaba, pasaba»?… En fin!…
Lo cierto es que, tan sólo un rato más tarde, a los 25′ de la etapa inicial, un centro casi desde mitad de cancha, desde el sector derecho del ataque local, permitiría que Facundo Lencioni, de lo mejor exhibido por el local, se filtrara entre los centrales de Morón (en una acción muy similar al gol del empate de Almirante Brown, en el debut), para que de primera y con una gran definición, dejara sin chances a Salvá, impulsando el balón al fondo de la red, sobre el poste derecho, para el 1 a 0, hasta allí merecido de Gimnasia y Esgrima de Mendoza.
Con la diferencia en el «bolsillo», el «Lobo» cedería el trámite del partido y permitiría que Morón asuma el protagonismo, con un par de acciones de peligro, siempre en los pies de Yair González, la primera en una llegada a fondo, sobre la banda izquierda, definida con imprecisión frente al arquero y en la más clara del partido, «recortando» hacia el centro y luego de sacarse de encima a dos rivales, meter un zurdazo letal que tenía destino de red y merecía ser gol, por la excelente acción individual, pero el palo diestro del arco local, le negaría el empate a un Morón que por entonces, sólo por empuje e individuales como Yair González, no hubiese estado tan mal irse al descanso con el uno a uno, pese a un sofocón, en el agregado del primer tiempo, una vez más, con otro centro y un cabezazo de Diego Mondino, apenas sobre el travesaño.

El Gallo «regaló» el primer tiempo, en el que el local consiguió la ventaja. Mejoró en el complemento y pudo empatar, pero no estuvo «fino» en la definición.
📸: Deportivo Morón.
Ya en el complemento, con Jonathan Berón en cancha, en lugar de un apático Fabricio Sanguinetti, el Gallo se mostraría más «picante» en ofensiva, aunque en esta oportunidad, Ivo Costantino no tendría un buen partido, bien absorbido por la marca de los centrales mendocinos.
En un trámite anodino, cortado y sin emociones, a la medida de la escasa diferencia local, Morón no sufriría en su área, pero tampoco generaría demasiado en la ultimos metros del local, hasta que los ingresos de Facundo Báez, Renzo Reynaga y Emiliano Franco le dieran otro «oxígeno» a la visita y en el cuarto de hora final encontrase las opciones más claras del complemento, como en aquél tiro de esquina desde la izquierda, que primera encontrase la cabeza de Franco y una notable reacción de Lautaro Petruchi, arquero de Gimnasia y en el rebote, una media vuelta del mismo Emiliano Franco, que se iría apenas ancha sobre el poste izquierdo.
El «pitazo» final de Álvaro Carranza, siempre de «dudoso» arbitraje, resultaría un premio a la efectividad del «Lobo» mendocino, que dentro de un trámite pobre y anodino, supo usufructuar su tiempo (el primero) y convertir una de las tres o cuatro ocasiones que generara al cabo de los 90′, a la inversa de Morón, que a igual cantidad de ocasiones de gol, no pudo concretar ninguna, en los pocos lapsos en que pudo imponer su juego al de su rival.
Mendoza, hermoso destino argentino para veranear, pero no para jugar al fútbol profesional.
El Gallo, nuevamente no «hizo pie» en la «tierra del sol y el buen vino» y una vez más, se volvió al Oeste con la manos vacías.
A aprender de los errores y las enseñanzas de la derrota, para recibir a los Jujeños, la próxima semana.

Morón buscará mejorar la imagen y volver a sumar de a tres, cuando el domingo por la noche, en el Oeste, reciba a Gimnasia de Jujuy.
📸: Deportivo Morón.
En Mendoza, Morón no pudo con la «historia». Aunque tampoco colaboró su flojo desempeño.
Un «tropiezo» no es caída.