Entre los numerosos cambios que adelantara en exclusiva, el secretario de seguridad del municipio de Morón, en diálogo con «El Cóndor» y «Morón Digital», la cartera encabezada por Damián Cardoso creó la Dirección General de Atención, Asistencia y Contención a la Víctima, que a nivel local estará encabezada por Emanuel Terrón, un ex fiscal con vasta experiencia en la problemática y contará además, con la colaboración y consulta permanente de Roberto Almeida, presidente del Consejo de Víctimas de la provincia de Buenos Aires.

Dentro de las atribuciones y funciones que atenderá la flamante Dirección de Atención, Asistencia y Contención a la Víctima, que ya trabaja en contacto con los familiares de las víctimas en el distrito, en el marco del abordaje de un fenómeno multicausal, como la inseguridad ciudadana, máxime en conglomerados urbanos, procurará dar respuestas a aquellas familias de hijos menores de edad, con problemas de adicciones, para evitar que lleguen a delinquir, como política activa de prevención de uno de los factores determinantes para la proliferación del delito juvenil.

ROBERTO ALMEIDA: DE LA TRAGEDIA FAMILIAR, A LA RESILIENCIA Y EL SERVICIO A OTRAS VICTIMAS

El 10 de marzo de 2000, a las cinco de la tarde, Roberto Almeida regresó a su casa en el barrio Zapiola de Luján, de su reparto de alimentos y se encontró con un escenario «dantesco»: su esposa, Ana Maria Domínguez (35 años) yacía muerta sobre la cama, junto a su beba de siete meses, Bernarda, envuelta en llanto.

Roberto Almeida y su hija Bernarda, lograron transformar el dolor en resiliencia, para ayudar a otras víctimas de la inseguridad, en honor a la memoria de Ana María.

 

Ana María había sido brutalmente torturada con una «picana eléctrica» y luego asfixiada con una almohada, hasta matarla. Su asesino, Martín «Perita» Saavedra cometió semejante crimen aberrante, a cambio de drogas y dinero.

Más tarde, la investigación judicial hallaría al responsable intelectual del asesinato: el ex esposo de Domínguez, el cirujano José Daniel Chain, con numerosas denuncias de la víctima desoídas por las autoridades y no conforme con ello, que contratara a un «lumpen» de sicario, para matarla con tamaña crueldad, tras perder con Ana María un simple juicio por alimentos.

El nacimiento de Bernarda, la hija de Ana María y Roberto Almeida, a quien le arrebataron a su mamá con apenas siete meses de vida. Hace 25 años.

 

En su desgarrador derrotero ante funcionarios judiciales, policiales y ministros, en búsqueda de justicia, Roberto Almeida no sólo consiguió su objetivo personal de lograr la condena de los asesinos de su esposa, sino que trocó tanto dolor en acción y en la decisión de ayudar a otras víctimas, desde la empatía de aquellos que pasaron por traumáticas y dolorosas situaciones similares, conformando en 2020, el Consejo de Víctimas de la Provincia de Buenos Aires, que actualmente preside.

 

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