El Gallo dejó pasar una buena oportunidad para volver a sumar de a tres y apenas igualó en cero con Gimnasia y Esgrima de Jujuy, en el Oeste, en un partido de trámite cerrado y condicionado por las inclemencias climáticas, a las que se sumaría una terna arbitral de mal desempeño y decisiones discutibles, para ambos conjuntos.

Con el regreso de Pablo Ferreira a la titularidad, en el círculo central, tras su paso por el fútbol serbio y el cambio táctico de Jonathan Berón desde el inicio, en lugar de Fabricio Sanguinetti, al banco, respecto del once que comenzara el juego en Mendoza, desde el pitazo inicial, Felipe Viola, árbitro del encuentro, revelaría sus intenciones de no pasar inadvertido en la inclemente noche del Nuevo Francisco Urbano: antes del minuto de juego, allá por los quince segundos (?), amonestaría a Berón por un «planchado» (algo que ya advertimos desde la fecha inicial, con su expulsión en Isidro Casanova, para un jugador que no le escapa al «roce» y es vehemente, pero juega al límite de la tarjeta, en muchas de sus intervenciones) y apenas cuatro minutos más tarde, el mismo cartón amarillo por otra entrada fuerte, en este caso para Hugo Soria, el volante central de la visita.

 

En un partido cerrado y condicionado por las inclemencias climáticas, el Gallo tuvo para ganarlo, pero terminó repartiendo puntos con el «Lobo» jujeño. 📸: Deportivo Morón.

 

Sin emociones frente a los arcos, con el campeón de 2017, Milton Álvarez «custodiando» los tres palos de la valla Jujeña, en esa primera etapa, en que los protagonistas luchaban entre sí y compartían además una «batalla» perdida contra los elementos (el agua, el barro y la lluvia), apenas pudo contabilizarse un remate de Ivo Costantino desviado (en una cancha que invitaba a probar desde afuera y lo hicieron muy poco), tras una buena cesión de Mariano Bíttolo y en el arco de enfrente, una jugada clara de gol, malograda frente a Julio Salvá, por el mediocampista diestro del «Lobo» jujeño, Santiago Camacho.

En el complemento, sin Walter Otta en el banco local, expulsado por Felipe Viola, por dirigirse en términos descomedidos al cuarto árbitro, de acuerdo a la explicación que el mismo Viola le daría al entrenador del Gallo, cansado de que todas las pelotas «divididas» las cobrase en favor de la visita, Morón intentó sobreponerse a los «caprichos» de la naturaleza y avisó con un buen remate de Yair González, bien conjurado por Milton Álvarez.

 

El Gallo tuvo las mejores ocasiones pero no pudo vulnerar a un seguro Milton Alvarez.      📸: Deportivo Morón.

 

Sobre los 18′ del segundo tiempo, sobrevendría una doble jugada que podría haber modificado el rumbo del partido, más dentro de un trámite tan parejo y cerrado, primero con un cabezazo con destino irremediable de red, una vez más de Yair González, que sólo un arquero como Milton Álvarez podría contener y en la acción siguiente, mientras la pelota volvía al área visitante en forma de centro, Nicolás Dematei, un «abonado» al juego físico, siempre al filo del reglamento, forcejearía con Ivo Costantino, cayendo al piso los dos, para que Felipe Viola, sin dudarlo, marcase penal para Morón, en una jugada que sinceramente no pareció en absoluto infracción del «Vikingo», a quien tal vez le pasaron «factura» (al fin…) por tantos otros penales e infracciones disimuladas por infinidad de árbitros, en una cantidad incontable de partidos, con varias camisetas.

Expulsión «cantada» del propio Dematei, un par de minutos después, quien se lo quería «comer» al árbitro del encuentro, al igual que varios otros de sus compañeros, casi cinco minutos después, recién pudo finalmente ejecutarse el tiro desde los once metros, que con una carrera corta, de apenas un par de pasos, fiel a su estilo y abriendo el botín diestro para «llenarse» el empeine de pelota, Gastón González estrellaría el balón contra el poste zurdo de Álvarez, que adivinaría la intención, aunque sin llegar a intervenir, ante el remate a media altura y bien esquinado, pero que saldría despedido con potencia hacia el aérea grande, «atragantando» el grito de gol, bajo una lluvia incesante e impiadosa.

 

En el complemento, Gastón González tuvo la opción más clara, con un penal discutido, pero su remate se estrelló en el poste izquierdo de Milton Alvarez, el arquero campeón con el Gallo en 2017 y el pasado domingo figura en Gimnasia de Jujuy. 📸: Deportivo Morón.

 

De allí y hasta el final, con un jugador más, durante alrededor de 25 minutos, Morón que aprovechó el mayor resto físico, ante un rival que tuvo que replegarse y prodigarse el doble, cuando las piernas ya «pesaban» para todos los protagonistas, mereció quedarse con la victoria, pero como en Mendoza, en las que generó no tuvo contundencia o se encontró con Milton Álvarez, a la postre, el más destacado de un encuentro deslucido por los condicionantes climatológicos.

Sin jugar bien, el equipo de Otta justificó llevarse algo más que un punto, frente a un rival amarrete, con una defensa sólida y uno de los mejores arqueros de la categoría.

Pero habrá que empezar a «meterla», porque la «tabla moral» de los merecimientos se extinguió hace ya mucho tiempo, junto con aquella gran revista deportiva, llamada «Sólo Fútbol».

El viernes por la tarde, en Carlos Casares, es una buena oportunidad para sacarse la «mufa» y amargar al «Sojero».

A afinar la puntería.

 

Compartir esta nota
Contactanos por whatsapp!