San Género, el Santo de Nápoles, patrono de los donantes de sangre , cumplió su milagro ante miles de fieles en el Sur de Italia, como cada 19 de setiembre .
El signo de la sangre, una vez más», han sido las palabras con las que el arzobispo de Nápoles, Mons. Domenico Battaglia, anunció a los fieles reunidos en la catedral que la sangre de San Genaro se había licuado.
Es tradición que cada 19 de septiembre y en otras dos ocasiones , suceda el milagro de la licuefacción de la sangre de San Genaro, que el resto del año esa sangre se conserva sólida en un relicario.
Se trata de un suceso extraordinario que es considerado un prodigio y ocurre desde el año 1389.
El Arzobispo de Nápoles, Mons. Domenico Battaglia, presidió la Eucaristía en la Catedral a las 10:00 a.m. (hora local), poco antes de la Misa trasladó el relicario con la sangre de San Genaro desde la capilla del tesoro al altar mayor de la Catedral en donde permaneció durante toda la celebración eucarística.