El Profesor Ezequiel Pavese , Director del Museo de la Catedral de Morón relata a Morón Digital : » Los jesuitas comenzaron a misionar por la campaña que rodeaba a la ciudad de Buenos Aires, y a ellos les debemos de su paso por Morón la construcción de una ermita junto a la «Cañada de Juan Ruíz», en el transcurso de la primera mitad del siglo XVII.
La tradición dice que esta ermita se encontraba en la intersección de las calles de Buen Viaje y La Roche (en un plano oficial de 1865 puede verse la leyenda “ruinas del oratorio”). Un monolito en el lugar recuerda este hecho. En ella se veneraba a la Inmaculada Concepción, bajo la advocación de Loreto, que con el tiempo se le cambió por del Buen Viaje. Esto se debió a que el Camino Real pasaba por esta zona en el trazado de lo que hoy es la avenida Rivadavia y cruzaba el río de las Conchas (actual Reconquista) por el “Paso del Rey”. Partiendo de la ciudad, se llegaba a Morón al final de la primera jornada de viaje. Por ello nuestro pueblo se convierte en la primera posta. Así los viajantes que pernoctaban en el pueblo pedían a los pies de la Virgen, tener buen viaje. Así el núcleo urbano de nuestra ciudad, fue surgiendo con más probabilidad en forma espontanea, en torno al camino real, su posta y la Ermita.
Así el culto a la Virgen de Loreto – que trocó por el más español “Buen Viaje”- fue el que tomó el carácter definitivo en Morón. En 1718 una carta del padre Juan Bautista Cea, en su Memoria al Padre Rector del Colegio Jesuita de Buenos Aires, menciona al oratorio como Capilla de Nuestra Señora de Loreto o Buen Viaje. Cabe señalar que por ser la advocación del Buen Viaje un nombre que surgió espontáneamente por los viajeros que pernoctaban en Morón, y no tener un día preciso en el santoral, se decidió que su fiesta sea el 5 de octubre de cada año, como consecuencia de ser ese el «Día del Camino»