¿Tuviste varicela de niño?
Si la respuesta es SI, entonces podés llegar a padecer Herpes Zoster en algún momento de tu
vida. Se estima que 1 de 4 adultos que hayan tenido varicela, desarrollan esta enfermedad.
¿Cuál es el mecanismo?
El virus de la varicela, una vez curada la enfermedad, queda en estado latente, sin provocar
ningún trastorno en el individuo hasta que, en un momento determinado, se reactiva provocando culebrilla.
Los factores mas probables son un déficit de la inmunidad, situaciones de estrés o alguna enfermedad o tratamiento oncológico.
¿Qué síntomas provoca?
El virus tiene afinidad por nervios periféricos, especialmente los torácicos. De allí que la
localización más frecuente sea en pecho y espalda, en el trayecto costal, formando una especie
de arco vesicular rojizo y doloroso. También es frecuente su localización en oído y alrededor de
los ojos (herpes ocular), este último con riesgo para la visión.
Puede presentarse con dolor típico que es un fuerte ardor en la zona afectada sin observarse
las vesículas habituales por lo que a veces se dificulta el diagnóstico dado que no se hacen
pruebas específicas de laboratorio. El diagnóstico es clínico, o sea por observación de las lesiones herpéticas.
¿Se puede curar?
Hay cremas y comprimidos antivirales que pueden reducir la afección, y en consecuencia el
tiempo de la enfermedad que habitualmente es entre 4 a 8 semanas. Pero en general se cura
sola una vez cumplido su ciclo.
¿Se puede prevenir?
En nuestro país existe una vacuna desde el año 2014, que se aplica a mayores de 50 años y
reduce en un 60% la probabilidad de padecer esta enfermedad o el riesgo de padecer su
complicación más frecuente, la neuralgia post-herpética, consistente en un dolor persistente en
la zona afectada durante mucho tiempo posterior a la cura de la enfermedad.
Por último, un mito. ¿Es cierto que si la culebrilla se une rodeando el tórax la persona muere?
No es cierto por una sencilla razón. Los trayectos nerviosos afectados por el herpes no cruzan a
la otra mitad de pecho y espalda. En el frente terminan a cada lado del esternón, y en la
espalda nacen a cada lado de la columna, lugares infranqueables para las vesículas herpéticas.
Dr. Juan José Gonzalez
Matricula 37071