Hoy viernes 15 de septiembre, los judíos de todo el mundo celebrarán su año nuevo el «Rosh Hashaná», la celebración del año 5784 del calendario hebreo.
El Rosh Hashaná, que significa “cabeza del año” en hebreo, marca el comienzo del año nuevo y da comienzo al primer día del Tishrei, que no es solo el primer día del año, sino también su «cabeza».
Según la tradición, así como la cabeza comanda al resto del cuerpo, del mismo modo en este día se predestinan los hechos que ocurrirán durante el año.
La celebración se iniciará con la aparición de la primera estrella en la tarde del 15 de septiembre, y se extenderá durante los primeros dos días del nuevo mes Tishrei: 16 y 17 de septiembre.
En Argentina estos días están categorizados como días de Festividades religiosas, por lo que los trabajadores que profesen la religión judía, podrán ausentarse y percibirán la remuneración de esos días normalmente.
El Rosh Hashaná es una de las festividades judías más importantes, después del Pesaj (Pascuas). El Año Nuevo Judío conmemora la culminación de la creación del Universo y la aceptación de la soberanía de Dios sobre el mundo. De esta manera, el judaísmo celebra el nacimiento de Adán y Eva.
Precisamente, en esa fecha la comunidad judía efectúa un balance espiritual y valora las acciones realizadas. Las casas se llenan de velas encendidas por las mujeres y se recitan bendiciones.
Cuando el viernes 15 aparezca la primera estrella en el firmamento, los creyentes harán sonar 100 veces el shofar, un antiguo instrumento de viento que llama a los judíos a la meditación, al autoanálisis y a retomar el camino de justicia.
A partir de esta celebración, se abre un período de reflexión y arrepentimiento de los pecados del año que culmina, que concluye el décimo día con la celebración del Yom Kipur o Día del Perdón.
Qué se come en el Rosh Hashaná
En la mesa se disfrutarán el pan trenzado, el vino, la cabeza de pescado, los dátiles y las manzanas con miel, además de los knishes, falafel, bohíos de verdura y pleztalej con pastrón, entre otras comidas típicas, que pueden variar según el origen ashkenaz (alemán) o sefardí. También se acostumbra comer granadas, una fruta que representa la abundancia.
Respecto al pescado, estará presente en muchas cenas porque simboliza el deseo de que el pueblo se multiplique. Habitualmente se coloca en la mesa una “cabeza de pescado” para recordar que «hay que ser cabeza y no cola», y elegir así el propio camino, asumiendo el liderazgo.
Por su parte, la «Tapúaj Bidvash» (manzana sumergida en miel) es muy típica en estas fechas, ya que la manzana representa el pecado del egoísmo y se moja en la miel para mitigarlo, deseando el comienzo de un año dulce.
El tradicional toque del shofar
El shofar es un antiguo instrumento fabricado con el cuerno de un carnero, y que rememora al animal que Abraham sacrificó en lugar de su hijo Isaac. La palabra “shofar” viene del hebreo «leshaper» y significa “mejorar”.
Durante la mañana del 15 de septiembre se tocó este instrumento que marca el momento más relevante de la festividad porque simboliza el clamor del pueblo judío a Dios, reconociéndolo como Creador y Rey Eterno. El sonido representa la liberación del sometimiento del pasado, dando esperanzas para comenzar una nueva vida en el año que comienza.
NoemiZamora@moróndigital.com.ar