En las últimas horas, el Club Morón no escapó a la inseguridad que azota la provincia, y en particular al distrito, resultando vandalizado por un desconocido, que arrojó una piedra criminal contra una de la ventanas de la pileta.
Por fortuna, el cristal resistió el impacto y no se rompió o astilló, lo que hubiese podido lastimar a los chicos y adultos que utilizan el natatorio de la tradicional institución moronense, ubicado en Bernardo de Irigoyen 138, entre Bouchardo y Azopardo, en Castelar.
Esperemos que las autoridades puedan dar con el o los culpables, para seguridad de los socios que asisten diariamente a una institución emblemática en el distrito, con nada menos que 126 años de vida.