Con el inicio de clases en el distrito de Morón, tanto en los niveles primario, secundario y educación de adultos, la secretaria de seguridad ciudadana del municipio, puso en funcionamiento el plan «Morón Escuelas Seguras» de Corredores Escolares, que días atrás nos adelantara en exclusiva, el titular de la cartera, Damián Cardoso.
Se trata de un ambicioso programa de patrullaje y prevención del delito, en los horarios de ingreso y egreso de los alumnos de las escuelas de Morón, con áreas perfectamente delimitadas y asignadas a cada móvil policial del Comando de Patrullas, que además contarán con la colaboración del SAME, los bomberos, seguridad ciudadana y la policía local.
Dicho patrullaje, contará con «personal idóneo a bordo de un móvil identificable, que recorrerá un circuito que una los establecimientos educativos de cada corredor, durante el ingreso y egreso de los educandos, 15 minutos antes del horario y hasta 15 minutos después», según consta en el programa elaborado por la cartera de seguridad del municipio de Morón.
El Plan «Morón Escuelas Seguras», establece corredores seguros en los horarios de ingreso y egreso de los escuelas.
«La presencia del personal debe ser periódica, persistente y predeterminada, a fin de generar los efectos de prevención. Cada corredor es el eje de su zona de influencia, pudiendo alterarse el recorrido en base a la experiencia (dentro de un radio razonable) si las circunstancias así lo requieren», estipula el plan «Morón Escuelas Seguras», que abarca a las casi 300 instituciones educativas del distrito.
En el marco de una labor mancomunada y articulada, para la prevención y represión del delito en los horarios escolares, la «dirección de observatorio de seguridad y violencias suministrará a la secretaría de seguridad,
la información recopilada (mapa de calor, estadísticas de concurrencia, entre otros), su análisis, conclusiones y sugerencias que se relacione a las áreas de influencia de cada corredor», a fin de determinar la morfología de cada corredor y sus particularidades distintivas, que permitan a la secretaria proporcionar al personal policial, los datos necesarios para adelantarse a la comisión de posibles delitos.
Asimismo, «la dirección centro de operaciones y monitoreo suministrará a la secretaría de seguridad el detalle de cámaras y alarmas de cada corredor, conforme se lo solicite. Dicho informe contendrá: cantidad de cámaras, ubicación, estado de funcionamiento, reclamo (fecha del mismo) y su eventual reparación/puesta en funcionamiento, necesidades de repuestos, reparación, servicios y adquisición de nuevos equipos o instalaciones», a fin de consolidar la tarea de prevención en los corredores escolares del plan «Morón Escuelas Seguras».
Los «corredores seguros» abarcan los casi 300 establecimientos educativos del distrito, de todos los niveles, desde 15 minutos antes del horario de ingreso y hasta 15 minutos después del horario de egreso de los alumnos.
Del mismo modo, «la interacción coordinada en el plan con el ministerio de seguridad de la provincia de Buenos Aires, la fuerza barrial de aproximación, policía local y la policía bonaerense resultará fundamental para la concreción de la política pública», que garantice la seguridad de chicos y grandes, en los recorridos y horarios de ingreso y egreso de los establecimientos escolares, incluso de aquellos que supongan la asistencia en fines de semana, tal el caso de los «Patios Abiertos» de la Escuela Secundaria N° 34 de Castelar Norte, institución educativa con orientación en música y que por ello, percibe importantes desembolsos provinciales, con escasa rendición y nula inversión, y con el antecedente de una «eterna» directora, Alicia Elena Cocciolone, separada del cargo, hasta su jubilación el año último, por graves denuncias administrativas y penales que van desde la discriminación, bullying, abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario público y un posible crecimiento patrimonial incompatible con el sueldo promedio de una directora de nivel secundario.
Por lo visto, y más allá de las buenas intenciones del plan «Morón Escuelas Seguras», en este último caso, referido específicamente a la secundaria 34 de Castelar Norte, las previsiones de seguridad deberían brindarse puertas adentro de una institución «manchada» por los escándalos (escondidos debajo de la «alfombra» burocrática de cierta «corporación educativa», por una «cofradía» cómplice de inspectoras a cargo), más que por los niveles de inseguridad ciudadana que en las demás instituciones educativas del distrito, ocurren afuera de los mismos.
De cualquier modo, entendemos que las atribuciones, jurisdicción y competencia de la secretaría de seguridad ciudadana se extinguen en las calles y, en este ámbito, bienvenido sea el presente plan de prevención del delito urbano.
«Fronteras adentro» de algunas escuelas, como la referida, el «poder de policía» debería ejercerse desde el Consejo Escolar.
«Escuelas Seguras», afuera y adentro. «Escuelas Seguras» en sentido amplio, competencias mediante.
«Teléfono» para el municipio de Morón y quienes (mal) asesoran al intendente Lucas Ghi, que en 2023 repartió netbooks y se retrató junto a una directora que maltrató y humilló chicos con capacidades diferentes y constituye una deshonra para la loable vocación y abnegada profesión docente, y la esperable calidad educativa del distrito.
«Escuelas Seguras», afuera y adentro.
Afuera, de la inseguridad que golpea con ferocidad y se cobra vidas humanas inocentes, todos los días, que resuenan en la opinión pública y arruinan familias para siempre.
Adentro, de las abusos de autoridad, las desidias y los hechos de discriminación y bullying, que se repiten también todos los días y de los que nadie habla, esos que pasan inadvertidos para la opinión pública, con el silencio atroz de los responsables y de las autoridades escolares, y que marcan a fuego (para mal), el ánimo, la psiquis y el corazón de las víctimas inocentes, arruinando familias para siempre.
«Escuelas Seguras», en todos los sentidos (competencias mediante).